Este año tuve la fortuna de volver a ser invitada al Festival de las Pitayas en Sayula, organizado por el hotel La Casa de los Patios.
Yo ya siento que este hotel es mi casa en Sayula porque siempre me tratan muy bien cada que vuelvo. Y aparte: la cocina de su restaurante me encanta!
Este año volvimos a ir a vivir la experiencia de recolectar las pitayas y comerlas recién cosechadas.
Hoy la cita fue en un pitayal de una familia, donde se recolectan en promedio unas 350 pitayas al día y las cuales se tienen que recolectar tempranito porque con el calor se revientan y luego se las comen los pajaritos.
Doña Mary nos enseñó cómo se cortan y nos dijo cómo sabe que ya están… ella con sólo ver las espinas sabe si ya está lista una pitaya o no…. pero pues toda su vida tiene recolectando pitayas. Aquí los niños comienzan desde pequeños a comerlas, limpiarlas y luego a cosecharlas. Son todos unos expertos desde los 5 años!
Las pitayas tienen muchos colores, y según su color también saben diferentes… dicen que las más exquisitas son las de color salmón, y de esas hay super poquitas.
Ya en el hotel nos recibieron con una bebida especial de pitaya y tequila (la cual luego les voy a pasar, porque me dieron la receta!) y la comida consistió en una crema fría de aguacate de la cual me enamoré.
Después un pollo al horno acompañado con papas y salsa de pitaya, también hubo camarones a las finas hierbas sobre ensalada aderezada con pitaya.
El postre fue gelatina de leche de pitaya.
Mis amigos de Cajetas Lugo Etiqueta Naranja también estuvieron presentes con unas piñas coladas con cajeta y pay de guayaba y cajeta.
Y también conocí más productos a base de pitaya, como el pan de pitaya o las cremas…
De la región se expusieron vajillas que se hacen en Sayula, tejidos y cuadros 😉
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