Tuve la oportunidad de cenar varias veces en Chetumal en sus cenadurías, bueno allá se llaman loncherías, y pues son muy diferentes a las del centro del país.
Para empezar, me dicen que algo muy popular son los caldos de pollo: ya sea con el pollo natural o bien adobado en recado rojo. La verdad es que nunca había visto que se ofreciera caldo para cenar en ninguna cenaduría tradicional; acá por Guadalajara lo que tiene caldo, es el pozole.
Y también ofrecen tostadas con frijoles, con pollo y hasta especiales de frijoles con queso de bola. Todas me gustaron! 😉
Creo que la especialidad y lo que hay que probar son los salbutes y los panuchos. Son casi lo mismo, pero no… los salbutes es una tortilla dorada hasta que queda crujiente y después le ponen encima pollo deshebrado y ya va con cebolla desflemada, lechuga y jitomate; el panucho es la tortilla, pero por dentro tiene frijoles, y encima igual que la tostada.
También probé un salbute con relleno negro: deliciosa! El relleno negro es un recado o pasta a base de chiles quemados, la cual es muy utilizada allá en el sureste. El color impresiona, pero el sabor vale la pena! 😉
Y para acompañar: machacados! Como se darán cuenta, son cenas muy consistentes y de muchas calorías… invariablemente, al día siguiente no amanecía con hambre! jeje! 😛
Las cenadurías que visité son El Milagro y Pinochos.
Todo se ve rico, que padre es probar la comida de los lugares que uno visita 😀
Para mí es la mejor parte de los viajes, porque aprendes mucho de cómo la gente vive, sus costumbres y como que te adentras en su cultura… no entiendo a los que van a otros países y buscan las cadenas de comida rápida que hay en todo el mundo… 🙁