Este cheesecake es clásico, ya que se caracteriza por ser un cheesecake muy cremoso, y con las fresas como adorno sabe delicioso.

Como se cocina a fuego alto en el horno, tiende a romperse de la parte superior, ésto es normal. Pero si no quieren que se les rompa de arriba, cocinenlo a 130°C por más tiempo (hasta casi 2 horas). Y si se les rompe, no importa: lleva fresas encima y no se notará! 😉

Eso sí, es cero light!

Me basé en esta receta de Foodnetwork

Cheesecake estilo NY con fresas

Cheesecake Nueva York con fresas
12 porciones

Base de galleta:
1 ¼ taza de galletas Marías, molidas
2 cdas. De azúcar
60 gr. De mantequilla, derretida

Relleno:
5 paquetes de queso crema de 190 gr., a temperatura ambiente
1 ¼ taza de azúcar
4 huevos
½ taza de crema para batir, Lyncott
1 cda. De vainilla

Fresas para la cubierta:
1 caja de 454 gr. De fresas, desinfectadas
½ cdita. De grenetina
1 cda. De agua fría
¼ taza de azúcar
1 cda. De jugo de limón

Prendemos el horno a 180°C.

Para la base mezclamos las galletas con el azúcar y la mantequilla, revolvemos bien y esta mezcla la vaciamos en un molde desmontable, presionando muy bien la mezcla para que se haga la costra. Llevamos a hornear unos 10 minutos, o hasta que dore ligeramente.

Sacamos, dejamos enfriar un poco el molde, y luego lo forramos muy bien en papel aluminio para que no le entre el agua del baño María. Bajamos el horno a 170°C.

Haciendo el cheesecake

En la batidora metemos el queso crema a acremar hasta que esté suave y sin grumos. Luego añadimos azúcar y de uno en uno los huevos, después la crema y por último la vainilla. Esta mezcla la vaciamos sobre la costra horneada y ponemos en un baño María con agua caliente.

Horneamos por 70 minutos a 170°C. Pasados estos 70 minutos, si tocamos el cheesecake en el centro, se va a sentir como una gelatina no muy firme. Apagamos el fuego y dejamos el cheesecake en el horno apagado por unas 2 horas.

Luego lo sacamos de ahí y llevamos a refrigerar toda la noche (también podemos llevar a congelación y dura hasta 1 mes congelado, solo hay que envolverlo en plástico autoadherible).

El día que vayamos a servir, si está en el congelador lo pasamos al refrigerador unas 3 horas antes.

Hacemos la cubierta de fresas, picando ½ taza de fresas.

La gelatina la hidratamos en el agua. Reservamos hasta que esponje.

Haciendo la cubierta

Las fresas las ponemos en una olla junto con el azúcar y el jugo de limón, llevamos a fuego medio-bajo y cuando suelte el hervor, tapamos la olla, bajamos el fuego y cocinamos por 5 minutos. Sacamos, colamos las fresas y nos va a resultar un almíbar rosado.

A ese almíbar en caliente le añadimos la grenetina hidratada, revolvemos bien y llevamos a refrigerar a que empiece a espesar.

Las fresas coladas se descartan.

Las otras fresas las acomodamos en el centro del pastel y luego las barnizamos con el almíbar ya espeso.